2ª parte de su vida
Durante un período de tiempo realizó
una serie de conferencias todas ellas basándose en el mismo tema, todo lo
relacionado con el tránsito intestinal, titulado “La intoxicación intestinal en relación con
el cáncer” obsesionado quizás por la enfermedad que padeció.
En 1927 da una conferencia en el
“Congreso Homeopático Internacional”, cuyo título es “El conducto digestivo
tiene que tener a la fuerza una gran importancia”, y en él vuelve a insistir en
la importancia de la alimentación y en
la mala alimentación que realizan los ingleses basada en la carne. Presenta los
nosodes (medicamentos homeopáticos preparados a base de secreciones,
excrementos o productos patológicos que actúan en forma de vacuna).
En 1928, pronuncia una conferencia ante
la “Sociedad Homeopática Británica” con el título de “El descubrimiento de la
psora”. La psora era un concepto definido por Hahnemann como un desequilibrio
dinámico de la fuerza vital.
Tras un periodo de tiempo se dio cuenta que la medicina ortodoxa no le
proporcionaba la solución que estaba buscando y comenzó a pensar que las
enfermedades son causadas en el mundo emocional, por lo tanto el tratamiento debía dirigirse a
ese nivel para poder eliminarlas definitivamente. Aunque la homeopatía va dirigida hacia este propósito, permitiendo
la acción sobre el terreno emocional, Bach decide que es mejor usar elementos
que actúen directamente sobre las emociones.
Se desplaza a su ciudad natal, Gales, donde
intuyo la posibilidad de mejorar las enfermedades crónicas, uniendo los nosodes
bacterianos y los remedios vegetales que le proporcionaba la naturaleza.
Se pasaba el día paseando por los
campos, deteniéndose durante largo rato junto a una flor olfateándola, escuchándola y sensibilizándose
con ella. Descubrió dos flores que le llamaron mucho la atención: Impatiens y Mimulus. Se dio cuenta de que la semejanza de ambas flores
coincidía con los modos de ser, comportamientos y síntomas típicos de personas.

La otra flor Mimulus, crece a las orillas de
riachuelos, es modesta y tímida pero con raíces bien agarradas al suelo, revela
a una persona tímida, introvertida y con miedos. Son las típicas personas que
suelen decir “mejor no me meto en líos”.
La última flor que encontró en este primer periodo fue Clematis, a la que asoció a una personalidad que se evade de la situación presente escapando hacia el futuro, la fantasía o el sueño.

Publicó su trabajo en Some new remedies
and their uses (Algunos remedios nuevos y sus utilizaciones).
Su primer éxito con el método que
estaba creando fue con la flor Impatiens de la que dijo: “Ha producido un
alivio al dolor después de que había fracasado la morfina”. Había encontrado un
remedio efectivo para aliviar los dolores nerviosos agudos.
“No sólo ayuda a aliviar rápidamente el
dolor, sino que en muchos casos produce una curación palpable del padecimiento
nervioso.
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