Las caras de la Luna

Las caras de la Luna

lunes, 8 de abril de 2013

EDWARD BACH

3ª parte de su vida

Bach y la Astrología
Desde la antigüedad se ha tomado conciencia de las equivalencias que se establecen entre la realidad celeste y la terrestre. Hay una antigua máxima que establece: “Tal como es arriba, así es abajo; el macrocosmos se repite en el microcosmos”. Estas correspondencias fueron percibidas por el ser humano en el mismo instante en el que consiguió erguirse sobre sus pies.
 
Se podría considerar este punto como el nacimiento de la astrología para la humanidad.
Una carta astral es una representación gráfica de la distribución del sistema solar según el punto de vista de un lugar de la tierra a una hora y fecha precisas que se corresponde con la del nacimiento de un nuevo ser humano. Esta carta representa su mandala, que va a acompañarlo y guiarlo, como si fuese su carta de navegación, a lo largo de toda su vida

 
Un estudio astrológico nos dará la siguiente información:

a) El tipo de personalidad del sujeto.

b) El objetivo y finalidad de su vida.
c) El remedio que le ayudará en poder cumplir su finalidad.


En su publicación de 1932 "Libérate a ti mismo" en el capítulo 11, dice que " Los astrólogos que han investigado las estrellas, y los homeópatas que han estudiado las plantas han buscado desde siempre el remedio que nos ayude a mantener nuestra salud y nuestra alegría de vivir." En sus conferencias cita a Hahnenmann - padre de la Homeopatía- y Paracelso, y aplica a su sistema curativo los principios de estos maestros, dice Bach " Paracelso y Hahnemann nos enseñan a no prestar excesiva atención a los detalles de la enfermedad, sino a tratar a la personalidad, al hombre que lleva dentro, en el convencimiento de que la enfermedad desaparece cuando nuestro ser espiritual y mental se encuentran en armonía." Al igual que sus trabajos partieron desde la homeopatía, es indiscutible que también tiene un componente astrológico, tanto a nivel simbólico y de ordenamientos como absolutamente práctico y objetivo, como lo demuestran sus primeras clasificaciones sobre los doce remedios, las doce cualidades humanas, los doce errores y las doce virtudes que componen su sistema original.
Edward Bach daba una gran importancia a la astrología, tal vez por ser una de las asignaturas trocales de los estudios de la masonería.
En los “Los doce Curadores de 1933” Bach, dice: “Hay fundamentalmente doce tipos primarios de personalidad, y cada uno de ellos tiene un aspecto positivo y otro negativo. Estos tipos de personalidad están indicados por el signo del zodíaco en el que se encontraba la luna en el momento del nacimiento.”
Sin embargo Bach luego diría que “sólo en las primeras etapas de nuestra evolución somos directamente asistidos y regidos por uno o más planetas.
Una vez que hemos desarrollado el amor al prójimo, nos liberamos de nuestras estrellas, perdemos nuestra línea de destino y, para bien o para mal, nos convertimos en timoneles de nuestro propio barco.”
Es evidente la relación existente entre las doce primeras flores correspondientes a los 12 tipos básicos de personalidad y los doce signos del zodíaco. Estas 12 primeras flores tienen que ver con la lección que se ha venido a aprender en este mundo y obedecen a una cualidad determinada del alma humana.
 
 
Bach decide eliminar toda vinculación con la astrología ya que de esta manera su sistema floral no estaría al alcance de todas las clases sociales y sí de unos pocos. Estos doce remedios serán incluidos sin ninguna distinción entre las 38 flores que constituyen su sistema.

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